La menarquia constituye la primera menstruación de la mujer y constituye uno de los procesos que ocurren dentro de la cronología de la pubertad. Conocer los procesos fisiológicos, cómo se desencadena y la edad en que ocurre es fundamental para que todos los padres de familia puedan brindar un soporte emocional adecuado a las adolescentes en esta etapa de la vida. La menstruación es la fase de descamación mensual fisiológica periódica de la mucosa del endometrio, que se necrosa y desprende, debido a la disminución en la concentración hormonal, siendo expulsados restos de endometrio por la vagina, junto a sangre, moco y células vaginales; este evento ocurre cada 28 días con un intervalo de entre 24 y 38 días, la duración del período de sangrado es de 4 a 8 días y la cantidad de sangrado oscila entre 30 ml a 80 ml por ciclo. El ciclo menstrual en estos límites e intervalos confirma la normalidad de una joven adolescente respecto a su salud sexual y reproductiva futura.
El ciclo menstrual normal es el resultado de la interacción y el adecuado engranaje de estructuras cerebrales como el tálamo, hipófisis y órganos genitales como los ovarios y el útero. Todo estos procesos tienen por finalidad preparar el cuerpo de la mujer para un futuro embarazo. La edad media de la pubertad en niñas es de 10 años con un rango de 8 a 14,5 años siendo el crecimiento mamario la primera manifestación que coincide con el desarrollo físico puberal. La secuencia normal de acontecimientos en esta etapa son el inicio del crecimiento físico primero, luego el crecimiento mamario, desarrollo de vello púbico y finalmente la menarquia. El inicio puberal temprano y la aparición de la menarquia están influenciados por diversos factores como el nivel socioeconómico, origen geográfico, exposición a hormonas o sustancias como productos de higiene del hogar (que contengan parabenos y fenoles), factores ambientales, influencias genéticas, factores psicológicos (estrés) y obesidad.
Según una investigación en Psicología publicado en el 2020 ha revelado que la aceleración del desarrollo puberal es un importante problema médico y social en América Latina, ya que puede resultar en un aumento de morbilidad y mortalidad en la edad adulta, así como en el adelanto de la vida sexual y la maternidad temprana. Es así que en los 10 países de América Latina analizados, se ha encontrado una correlación entre la disminución de la edad de la menarquia en las últimas dos décadas y un aumento en el porcentaje de embarazos adolescentes. Ahora los estudios demuestran que la obesidad en la infancia y pubertad se asocian a una más temprana menarquia. De igual modo las situaciones de estrés físico o psicológico que se exponen ciertos adolescentes conllevan a una mayor secreción de hormonas de estrés como el cortisol y también están relacionados con una menarquia temprana. Estos dos últimos procesos (malnutrición y estrés) muy frecuentes en las mujeres adolescentes de los países más pobres conllevarían a la ocurrencia de menarquias más tempranas.
En base a lo anterior descrito debe quedar claro que la menarquia constituye uno de los procesos que conforman la pubertad y su análisis se da en el contexto de los cambios fisiológicos que ocurren conjuntamente en la pubertad. A partir de allí se desprende el concepto de pubertad precoz definido como la aparición de caracteres sexuales junto con la aceleración del crecimiento y adelanto de la edad ósea antes de los 8 años. Generalmente este trastorno esta asociado a un incremento del riesgo cardiovascular en la mujer en edad adulta.
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